En ocasiones frente al mundo representamos lo que el mundo
espera de nosotros, como buenos modales, opiniones positivas, una actitud
alegre ante la vida, las sombras no deben existir porque tú debes ser feliz o
al menos son las ideas que te vende el mundo moderno, pero siempre hay una
parte de nosotros mismos que detrás de ese rostro de aceptación, existe la
verdadera opinión, no es nuestro verdadero yo, solo es una parte de él, ese
tipo de pensamiento lo podemos llamar “poco convencional” es un reflejo de
nosotros, la gente cree que al expresar algo “poco convencional” se le llama
sarcasmo, humor negro, malos pensamientos, negatividad, etc., lo toman como una
actitud y una bandera que navegan con ella ante el mundo, pretendiendo ser algo
diferente a lo que rige a la sociedad, pero realmente se está cayendo en el
otro estereotipo esperado y creado por la misma sociedad.
El hecho que el mundo te bombardeé diciendo que eres único como
un millón de personas y que eres especial como otro millón y que debes ser
original como otro millón más, solo me hacen reflexionar que si así son las
reglas del juego, debo aprender el juego pero no caer en el y solo quiero jugar
con la posición que me corresponda en el “tablero”, no es sarcasmo el mío, esto
se puede definir con la siguiente frase: - Saber en dónde se está parado-, si
aplicamos esta filosofía en varios aspectos cotidianos como el trabajo, la
familia, en uno mismo, entre otros; creo que muchos problemas personales se resolverían
siempre y cuando se acompañe con una acción que lleve a una reacción, este es
mi pensamiento “poco convencional”, siempre hay que guardarse algunas de estas
ideas
EN LO PROFUNDO DE LOS PENSAMIENTOS.
